Entrevista a Dª. Carmen María Beas Negro

El Censo electoral es una asignatura pendiente en términos de conocimiento profundo de esta institución por las Entidades Locales y sin embargo una herramienta de vital transcendencia para el éxito de los procesos democráticos en la que la Administración Local también interviene dentro de su ámbito electoral. La Oficina del Censo Electoral del Instituto Nacional de Estadística lleva a cabo su gestión principal, por lo que es muy importante saber de ella con mayor exactitud, tanto en naturaleza o marco normativo como en competencias y así poder afrontar con mayor eficacia las propias de las Entidades Locales. ¿Cuáles serían, como experta en la materia, las características principales del Censo electoral y responsabilidades de su Oficina?

Efectivamente, el Censo Electoral sigue siendo un gran desconocido para algunas Entidades Locales, a pesar de que los Ayuntamientos desempeñan un papel clave en su formación y actualización. Comprender bien qué es el censo, cómo se gestiona y qué responsabilidades implica, no solo facilita esa colaboración, sino que contribuye a reforzar la calidad del sistema democrático en su conjunto.

El Censo Electoral es, en esencia, un registro administrativo que recoge la inscripción de quienes reúnen los requisitos para votar, y está regulado por la Ley Orgánica del Régimen Electoral General. Su formación corresponde a la Oficina del Censo Electoral (OCE), a través de sus Delegaciones Provinciales, como la de Granada, que tengo el honor de dirigir. Las responsabilidades principales que asumimos desde la OCE se desarrollan en dos ámbitos: la elaboración del Censo y nuestra intervención en los procesos electorales. También ejercemos otras competencias destacadas como la certificación de la inscripción en el censo de los firmantes de iniciativas legislativas populares o la realización del sorteo de candidatos a jurado popular. No obstante, las más directamente vinculadas con las Entidades Locales son las relativas a la formación del Censo y a la participación en los procesos electorales.

Si profundizamos un poco más —sin entrar tampoco en demasiados detalles—, en esa labor de elaboración del Censo, en la OCE realizamos actualizaciones mensuales basadas, fundamentalmente, en la información que nos remiten los Ayuntamientos. En este proceso, podemos emitirles instrucciones, realizar inspecciones, revisar de oficio las altas y bajas que recibimos, resolver reclamaciones e incluso eliminar inscripciones duplicadas. Es un trabajo técnico, pero con un enorme impacto práctico: si el censo no está bien gestionado, el derecho al voto puede verse comprometido.

En cuanto al papel de la OCE en los procesos electorales, este no se limita solo a la elaboración de las listas del Censo dirigidas a las mesas electorales, sino que también nos encargamos de la delimitación de las secciones, locales y mesas electorales, del envío de las tarjetas censales a los electores, de la gestión del voto por correo o de la emisión de certificaciones censales específicas, entre otras tareas.

Por otra parte, las Entidades Locales también tienen responsabilidades y competencias en la materia del Censo electoral en garantía de la trasparencia y legitimidad de los procesos electorales. ¿Desde tu punto de vista, cuales serían sus principales responsabilidades y como optimizarlas?

El papel de los Ayuntamientos en relación con el Censo Electoral, como he mencionado, es fundamental, ya que son los responsables de la gestión del padrón municipal, que constituye la principal fuente de información para la actualización del Censo. Según la normativa vigente, los Ayuntamientos deben remitir al INE, cada mes, todas sus variaciones padronales: altas, bajas y modificaciones. Además, también tienen competencias específicas en el ámbito electoral, como colaborar con la OCE en la determinación de las secciones y locales electorales, atender a la ciudadanía durante los periodos de exposición del Censo y tramitar las reclamaciones a los datos censales.

Para optimizar este papel, es clave reforzar el conocimiento técnico del personal municipal. En el proceso de coordinación que realizamos desde el INE, una vez recibidas las variaciones padronales, enviamos a los Ayuntamientos un fichero con los errores detectados y las incidencias que deben revisar o corregir. Esta fase del proceso es crucial, ya que una respuesta adecuada por parte de los Ayuntamientos permite evitar errores que podrían afectar directamente a los derechos electorales de la ciudadanía..

Por eso es tan importante que el personal que gestiona el padrón entienda bien el alcance de su trabajo y esté formado en esta materia. Una gestión rigurosa y bien comprendida del padrón es la base de un Censo Electoral fiable, y con ello, de unas elecciones con todas las garantías.

Es evidente que en esta temática las relaciones entre la Oficina del Censo electoral y las Entidades Locales son relevantes, pero a su vez siempre se pueden intensificar y perfeccionar en términos de una mayor colaboración y coordinación entre las mismas en aras al éxito de la misión. Entrando en mayor detalle ¿Cómo consideras que podrían mejorarse y fortalecerse estas relaciones?

La relación entre la OCE y las Entidades Locales ya es muy estrecha, pero siempre hay margen para mejorar. Desde mi experiencia, una de las vías más efectivas para reforzar esta colaboración es la formación continua del personal técnico municipal que gestiona el padrón. En la Delegación Provincial recibimos un volumen elevado de consultas, muchas de ellas sobre cuestiones que los Ayuntamientos podrían resolver de forma más autónoma si existiera un mayor conocimiento técnico. Contar con personal formado no solo reduce errores, sino que también mejora la agilidad en la gestión y fortalece la coordinación entre administraciones.

Además, la formación contribuye a crear red, establecer canales de comunicación más estables y eficaces, y a prevenir errores que, en última instancia, pueden acabar perjudicando a la ciudadanía. Por eso es tan importante reforzar el sentido de corresponsabilidad institucional: no se trata solo de cumplir con una obligación administrativa, sino de garantizar un derecho fundamental como es el derecho al voto.

En este sentido, ha sido especialmente enriquecedor poder impartir, en el marco del CEMCI, un curso específico sobre Censo Electoral dirigido a Entidades Locales. Una formación pionera, con un enfoque práctico y colaborativo, que ha servido para aclarar dudas, afianzar conceptos y dar mayor seguridad técnica al personal municipal. Este tipo de iniciativas son una vía clara de mejora y fortalecimiento de estas relaciones.

El conocimiento en términos de modernización e innovación produce cambios, y por eso es necesario conocer con exactitud todo el proceso en el Censo electoral para proponer mecanismos avanzados de mejora y como en ello pueden intervenir con mayor eficacia y eficiencia la Administración Local. ¿Qué cambios hacia el futuro propones, como gran conocedora de ese proceso de elaboración y actuación, en los que intervienen también las Entidades Locales?

Uno de los principales retos que tenemos por delante es avanzar hacia una gestión del Censo Electoral más ágil, actualizada y plenamente integrada en el ecosistema digital actual. Las bases están puestas, pero es el momento de acelerar esa transformación.

Las variaciones que los Ayuntamientos comunican de su padrón al INE —cambios de domicilio, datos personales, etc.— son la base sobre la que se actualiza el Censo Electoral. Actualmente, el sistema de intercambio de información funciona bien, pero tiene cierto desfase temporal, ya que se basa en envíos mensuales de ficheros. Esto puede generar desajustes que son difíciles de explicar a los ciudadanos en estos tiempos.

Por eso, uno de los cambios más relevantes en los que ya se está trabajando es el “Proyecto Padrón online”, que supondrá un salto cualitativo. Este proyecto se apoya en dos pilares fundamentales: por un lado, un nuevo sistema de comunicaciones en tiempo real entre los Ayuntamientos y el INE mediante servicios web, que sustituirá al actual modelo mensual; y por otro, una gestión más precisa y estructurada de la información territorial, separando claramente los datos de las personas de los datos de las viviendas, con identificadores únicos basados en la referencia catastral.

Además, el proyecto contempla el desarrollo de herramientas comunes de gestión padronal, que podrán ser utilizadas voluntariamente por los Ayuntamientos y que les facilitarán la tramitación interna, la atención a la ciudadanía y la conexión con otras administraciones. Esto es especialmente importante para los municipios con menos capacidad técnica, porque permitirá prestar un servicio público homogéneo, eficiente y accesible en todo el territorio.

Desde la óptica del Censo Electoral, estos avances permitirán contar con una base mucho más dinámica y fiel a la realidad de los movimientos de la ciudadanía, lo que, en última instancia, significa garantizar mejor el derecho de voto y reforzar la confianza de la ciudadanía en el sistema.

En definitiva, se trata de aprovechar el potencial de la tecnología para que el trabajo que hacemos desde la OCE y los Ayuntamientos sea más eficaz, más alineado con los tiempos y más centrado en facilitar derechos, no en generar obstáculos. Ese es el camino.

Y ya entrando en lo que es propiamente el proceso electoral. Las Entidades Locales tienen unas funciones y competencias de primer orden, entre las cuales, algunas afectan al Censo electoral. ¿Cuáles destacarías como principales? ¿Cómo podríamos perfeccionarlas o qué incorporarías en esas actuaciones?

Las Entidades Locales tienen un papel absolutamente esencial en el desarrollo de los procesos electorales, y muy especialmente en todo lo que tiene que ver con las tareas que la Ley Electoral asigna a la OCE. Como ya he mencionado, son nuestros principales colaboradores y su implicación abarca tanto al personal técnico que gestiona el padrón como a los Secretarios de los Ayuntamientos, que además actúan como delegados de las Juntas Electorales de Zona. Su trabajo es clave para que todo el engranaje funcione con precisión.

Entre las funciones más relevantes de los Ayuntamientos está la propuesta a la OCE de los locales electorales y su adecuada habilitación, su colaboración para la delimitación de secciones y mesas, la exposición que hacen del Censo Electoral para que la ciudadanía pueda consultar sus datos y, en su caso, presentar reclamaciones. Se encargan de la confección de las papeletas en las elecciones municipales (parte de las cuales deben mandar a las Delegaciones de la OCE con la mayor celeridad para el envío del voto por correo). Los Secretarios tienen la potestad de expedir certificaciones de inscripción en el Censo para candidatos e interventores, y el mismo día de las elecciones diligencian las certificaciones censales específicas que permiten ejercer el derecho al voto en determinadas circunstancias. Además, los Ayuntamientos reciben las listas del Censo de la OCE y deben asegurarse de su correcta distribución a las mesas electorales.

Todo este conjunto de tareas requiere una coordinación estrecha, un conocimiento riguroso de la normativa y una planificación milimétrica, ya que cualquier error, por pequeño que sea, puede tener consecuencias importantes. Por eso, la comunicación constante y fluida entre la OCE y los Ayuntamientos es fundamental. Desde nuestras Delegaciones Provinciales informamos puntualmente de cada paso del calendario electoral, y en general, encontramos una gran disposición por parte de los Ayuntamientos. Aun así, es comprensible que, en la rutina diaria, no siempre se perciba con claridad la importancia de cumplir con exactitud los plazos. En ese sentido, una comunicación cercana y proactiva marca una gran diferencia.

Como vemos, aquí también es clave la formación especializada. Que los equipos municipales tengan claro qué hacer, cómo hacerlo y en qué momento, es imprescindible. Desde el personal de atención al público hasta los responsables jurídicos, todas las piezas deben estar alineadas para garantizar procesos electorales objetivos y transparentes. En este sentido, el curso impartido en el CEMCI ha sido muy eficaz por su transversalidad, ya que ha estado dirigido distintos perfiles, tanto a personal técnico que trabaja con padrón y censo como a los propios Secretarios de Ayuntamiento.

En definitiva, a pesar del riesgo de ser redundante, insisto, si queremos seguir perfeccionando estas actuaciones, debemos seguir apostando por dos pilares fundamentales: la formación continua y una comunicación efectiva y cercana.

Por ultimo y agradeciendo tu colaboración en dar a conocer un poco más esta materia ciertamente poco conocida en profundidad en el ámbito de las Entidades Locales y sin embargo de transcendental importancia para el adecuado desarrollo de los procesos electorales locales, nos gustaría que nos dieses tu opinión sobre la formación, publicaciones, documentación e investigación, que, en materia de censo electoral aplicable a ámbito local, realiza el CEMCI y su papel en apoyo de las Entidades Locales. Muchas gracias.

El papel del CEMCI es, sin duda, muy valioso. De hecho, en esta entrevista ya he nombrado el curso-taller del CEMCI “El Censo Electoral y las Entidades Locales”, que ha sido pionero por su temática y su enfoque práctico, adaptado a la realidad de las Entidades Locales. Hasta ahora no existía una formación específica dirigida a las Entidades Locales, a pesar de la importancia de esta relación. Que el CEMCI haya apostado por impulsar esta actividad formativa demuestra, una vez más, su compromiso con la mejora continua de la administración local.

Desde mi experiencia como coordinadora del curso, puedo decir que ha sido una magnífica oportunidad para acercar contenidos complejos —como la normativa censal y los procedimientos asociados— de forma clara, práctica y contextualizada, respondiendo a las necesidades reales de los Ayuntamientos. De hecho, el elevado número de personas que se han interesado e inscrito procedentes de las Entidades Locales muestra que existe una necesidad e interés real por esta materia, que el CEMCI ha sabido identificar con acierto.

Creo firmemente que este tipo de iniciativas refuerzan el papel del CEMCI como una institución clave en la construcción de una administración local más profesional, más cualificada y, en consecuencia, más eficaz y cercana en su respuesta a la ciudadanía.